El Alto Comisionado de Apoyo a las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces Barba, se ha negado hoy a contestar a las acusaciones que ayer le espetó el senador popular Ignacio Cosidó, que le calificó de "alto comisionado de amparo de los verdugos terroristas", pese a considera estas palabras "probablemente el insulto más grave que se ha dicho en sede parlamentaria en los 26 años de democracia". Además, ha denunciado ser objeto de una campaña de descrédito por parte de un partido político y determinadas organizaciones, a los que ha advertido que serán responsables de lo que les pueda ocurrir a él y a su familia.
De esta forma se ha pronunciado Gregorio Peces-Barba en rueda de prensa tras reunirse con diversas asociaciones de víctimas de Cataluña, Valencia y Galicia, horas después de referirse a las palabras de Cosidó en declaraciones a RNE, quien, además de lo anterior, afirmó que el Gobierno le nombró Comisionado para "neutralizar a las víctimas" dentro de una estrategia de "negociación y de diálogo con ETA" y que éste debería ser cesado por estar "más cerca de los terroristas que de las propias víctimas". Peces-Barba se ha limitado a decir que el senador popular pronunció esas palabras "amparándose además en la impunidad que da la inviolabilidad de la libertad de expresión en el Parlamento".
En cuanto a la petición de dimisión o cese del Comisionado formulada por Cosidó, Peces-Barba ha reiterado que no se ha sentido "en absoluto" tentado de renunciar al cargo porque "no me van a quitar ni la decisión, ni el coraje, ni la convicción, de que ésta es una tarea útil" que seguirá realizando "mientras tenga la confianza del presidente del Gobierno".
Peces-Barba también ha querido aclarar la reunión que mantuvo con la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en la que, según la asociación, el Comisionado les planteó la posibilidad de que tuvieran que hacer "concesiones", como la amnistía a presos etarras sin delitos de sangre. "Esa conversación no es como se ha contado", ha explicado Peces-Barba. "Yo no saqué el tema, lo sacaron estos señores. Yo negué que el Gobierno tuviera ningún tipo de negociación con ETA; luego afirmé que en ningún caso las personas que tuvieran delitos de sangre podían pensar en recibir ningún beneficio, y no dije más. Y entonces me preguntaron: '¿y con los que no tienen delitos de sangre?', y yo les dije: 'ustedes tendrán que valorar esas situaciones", ha explicado, destacando que es "excesivo" concluir que había dicho que "había que excarcelar a los que no tienen delitos de sangre".