El PP se ha propuesto impedir el cierre de la comisión parlamentaria que investiga los atentados del 11-M y sigue anunciado medidas para lograrlo. La última, pedir la comparecencia del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y otros cargos socialistas para que expliquen por qué el sirio Mohannad Almallah Dabas, detenido el pasado viernes por segunda vez por su presunta relación con el 11-M y por reclutar y alojar a radicales islamistas, era afiliado del partido socialista. Así lo ha anunciado en rueda de prensa el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, quien también ha reclamado la declaración ante la comisión del responsable de la agrupación del PSOE de San Blas (Madrid), Miguel Conejero, por ser el lugar donde se afilió el sirio Almallah hace diez meses.
El primer partido de la oposición también va a registrar la solicitud de comparecencia del secretario general del PSOE de Gijón, José Manuel Sariego, para que aclare si conocía la relación entre el terrorista islamista Abdelkrim Bensmail, supuesto lugarteniente de Allekema Lamari, uno de los líderes del comando que atentó en Madrid, y el militante socialista de esta localidad Fernando Huarte, quien visitó a Bensmail en la cárcel en varias ocasiones y siempre con fines humanitarios, según ha explicado él mismo hoy en un comunicado.
Zaplana ha denunciado que la afiliación del sirio detenido la pasada semana se produjo dos meses después de los atentados, cuando su nombre ya se había difundido en relación con la masacre de Madrid. "Estamos llegando a una situación de hartazgo", ha advertido el portavoz popular, que ha criticado que el PSOE y el resto de grupos que conforman la comision acordaran en la reunión del pasado 16 de marzo dar por concluidas las comparecencias y comenzar a redactar las conclusiones. "No me gustaría pensar que estamos ante un pacto de silencio y de que se esconde algo o que se puede saber más de lo que sabemos en este momento", ha añadido Zaplana en referencia a las explicaciones que el portavoz socialista en la comisión, el asturiano Alvaro Cuesta, dio el pasado miércoles para justificar la postura de su partido.
"Instalados en la confusión masiva"
El socialista José Blanco ha salido al paso de las declaraciones de Zaplana y, después de asegurar que está ha disposición del Congreso, ha explicado que el sirio Almallah pidió la afiliación el 12 de mayo de 2004 y la Ejecutiva Federal dio su aprobación casi un mes más tarde. Para afiliarse al PSOE ya no es necesario, como sí lo era hasta julio de 2001, el apoyo de dos avalistas, sino que basta con rellenar una ficha, pagar la cuota y adjuntar un documento válido de identidad.
En este sentido, Blanco ha asegurado que el gran perjudicado por esta situación es su partido, pero ha aclarado a continuación que su formación ha actuado con rapidez y transparencia, puesto que fue rápidamente expulsado al conocerse su vinculación con la masacre.
De hecho, Blanco ha comparado la reacción que tuvo el PSOE con Almallah con la del PP con el concejal popular Vicente Ibor, un abogado valenciano que ha defendido a implicados en los atentados, antes y después del 11-M. "Están [los populares] instalados en la confusión masiva", ha lamentado el número dos socialista, y eso les lleva a una estrategia de "no asumir ninguna responsabilidad y atacar a los demás para buscar culpables".
Sobre las visitas a la cárcel del socialista Huarte, Blanco ha dicho que le consta que miembros del anterior Gobierno del PP saben los motivos por los que éste visitó a Bensmail en prisión. Preguntado por si eso significa que Huarte colaboró con las fuerzas de seguridad del Estado, Blanco se ha negado a revelar más detalles.