La policía francesa descubrió anoche un escondite que la organización terrorista ETA empleaba para fabricar bombas en la localidad de Saint-Gaudens, al suroeste de ese país. El dueño de una vivienda alertó a las autoridades de que no tenía noticia del inquilino al que se la había alquilado desde hacía al menos dos meses; cuando los agentes se presentaron en la casa descubrieron sustancias para fabricar explosivos, temporizadores, munición, herramientas para falsificar placas de matrículas y documentos de identidad falsos.
El Ministerio de Interior español ha informado hoy que el inquilino dejó de aparecer por allí porque se trataba de uno de los presuntos dirigentes de ETA, José Segurola Querejeta, que a la sazón fue detenido el pasado mes de marzo junto a Miren Itxaso Saldúa por la policía francesa. Tras su captura, los investigadores hallaron el garaje de los presuntos terroristas, pero hasta ahora no habían localizado su vivienda.