Los incendios declarados ayer por la tarde en las comarcas cacereñas de Los Ibores y Las Villuercas han quemado aproximadamente unas 7.500 hectáreas y siguen sin ser controlados, aunque sí perimetrados. Así lo ha estimado el consejero de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, Francisco Javier López Iniesta, quien anunció también que un nuevo foco de incendio forestal cercano a la localidad cacereña de Valdecaballeros, ha sido detectado hoy al mediodía uniéndose así a los que continúan activos en la zona.
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Según López Iniesta, el descenso de temperaturas ha permitido "atacar el fuego con bastante suerte", aunque consideró que la situación actual es "de espera" hasta las horas centrales del día para comprobar la evolución del fuego. Aún así, no existe peligro para la población. Los incendios continúan con menor virulencia que anoche y se han juntado en dos perímetros. El consejero añadió que el foco registrado en Alía está tranquilo, así como el de Valdecaballeros, mientras que el de Castañar de Ibor está muy perimetral, por lo que consideró que, si el viento no cambia, "posiblemente sea el primero en caer". Mientras, el de Guadalupe registra cierta inestabilidad a causa del viento.
En cuanto al nuevo foco registrado, declaró que "va orientado a un buen incendio, a juntarse con los demás". "Está suficientemente claro y a buen entendedor pocas palabras bastan", manifestó en referencia a la existencia de indicios de intencionalidad en los fuegos.
Los incendios comenzaron ayer en Cañamero, Alía y Valdecaballeros y han confluido en uno solo, quemando miles de hectáreas de bosques. El fuego afectó a 12 municipios y unos mil vecinos de las proximidades tuvieron que ser evacuadas, aunque han ido regresando poco a poco a sus hogares a lo largo del día.