La cantante Britney Spears ha atribuido al asedio de los fotógrafos su decisión de conducir su automóvil llevando a su hijo de cinco meses en los brazos. Las fotografías que muestran a la estrella del pop al mando de su coche con el niño casi encima del volante han causado un escándalo en EE UU y se han convertido en un tema de febril discusión en programas de radio y televisión.
Según las normas vigentes en la mayoría de los Estados del país, por razones de seguridad los niños menores de seis años deben viajar en la parte posterior del vehículo y en un asiento especialmente preparado para ello.
La polémica causada por las imágenes, publicadas por el diario The New York Post, ha llegado a tal extremo que la artista se ha visto obligada a emitir un comunicado en el que insiste en que es "una buena madre" y que el incidente fue resultado de "un aterrador encuentro con los paparazzi".
Según fuentes próximas a la cantante, de 24 años, ésta llegó el pasado lunes a una cafetería de Los Ángeles con el niño debidamente sentado y asegurado en uno de los asientos traseros del vehículo. Sin embargo, al salir de la cafetería con el niño en brazos, se encontró con un grupo de fotógrafos.
Spears condujo entonces el vehículo alrededor de tres kilómetros por una de las autopistas de Malibú, según el diario. "Tuve un aterrador encuentro con los paparazzi cuando estaba con mi bebé", ha señalado la cantante. "Instintivamente traté de abandonar el lugar con él, pero los fotógrafos siguieron asediándonos. Amo a mi hijo y haría cualquier cosa por protegerlo", ha asegurado.
Spears, quien ha vendido más de 60 millones de álbumes desde que debutó en el mundo de la música en 1999, contrajo matrimonio en septiembre de 2004 con el bailarín Kevin Federline, de 27 años. La llamada princesa del pop dio a luz en septiembre del año pasado. Su marido tiene ya otros dos hijos de su antigua pareja, la actriz Shar Jackson.