Los colectivos de deportados de ETA, la mayor parte de ellos asentados en Suramérica, presionaron a la dirección de la banda armada para que decretara el alto el fuego permanente anunciado el pasado día 22, informa la Cadena SER. La decisión de la organización terrorista se tomó de forma unánime a finales de enero y no estuvo exenta de debate interno, según la citada fuente.
Los etarras que se encuentran en Venezuela, Argentina, México y Cuba han jugado un papel muy importante en la declaración de alto el fuego permanente de la banda. Los más reacios a la tregua, según la SER, han sido los huidos a Francia por actos de violencia callejera.
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Desde el pasado verano y hasta finales de enero se ha estado produciendo un cruce de cartas entre ambas partes, triunfando finalmente la tesis del alto el fuego permanente.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado desconocen actualmente la estructura financiera exacta de ETA, aunque se sabe que tiene en su poder Bonos del Estado en países como Suiza y sociedades en Suramérica, según la Cadena SER.