Lindsay Lohan está de suerte. A pesar de la lista de problemas con la ley, derivados de su afición a mezclar conducción, alcohol y estupefacientes, la oficina del fiscal del distrito de Los Ángeles prefiere ser indulgente con la joven actriz.
Y es que este departamento es reacio, según la página estadounidense TMZ.com, a acusar a Lindsay de tres delitos relacionados con las drogas, una decisión que podría ahorrar a la problemática actriz el mal trago de una sentencia que la llevaría a la cárcel.
Lohan fue arrestada, recientemente, en dos ocasiones por conducir borracha. El primero fue en mayo, cuando se estrelló con el coche en Beverly Hills; después, se vio envuelta en una persecución de coche en Santa Monica, que provocó la denuncia de la mujer que fue acosada por la actriz.