La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha decidido hoy alterar los horarios de la próxima jornada del campeonato para intentar boicotear el partido que tradicionalmente transmite Canal + los domingos a las 21.00. La LFP ha ordenado que todos los encuentros del domingo se jueguen a las 20.00. Sin embargo, el organismo futbolístico ha respetado el horario del partido en abierto del sábado, a las 22.00, que esta temporada emite La Sexta, cuyo principal accionista es la productora Mediapro.
La LFP ha fijado para el sábado a las 22.00 el Barcelona-Sevilla, que ofrecerá en abierto La Sexta. Antes de este partido, el mismo día se disputará a las 20.00 el Recreativo-Espanyol, que según los acuerdos en vigor debería difundirse en el sistema de pago por visión a través de la plataforma Digital + (propiedad de Sogecable) y de los operadores de cable (Imagenio, Ono).
El domingo, la Liga ha optado por unificar los horarios y ha ordenado que todos los partidos se disputen a las 20.00. Con esta decisión, la patronal del fútbol rompe el acuerdo que ha estado en vigor en los últimos años al hacer coincidir el partido que retransmite Canal + con otros encuentros. Para la próxima jornada, la cadena de pago había elegido el Valladolid-Real Madrid y este partido se disputara a la misma hora, las 20.00, que los siete encuentros destinados a ser difundidos a través del sistema de pago por visión en Digital + y en operadores de cable como Ono e Imagenio.
En la tarde de ayer La Sexta y Mediapro vulneraron el pacto del fútbol televisado alcanzado en julio de 2006. La cadena emitió en abierto dos partidos, el Murcia-Atlético de Madrid y el Sevilla-Recreativo, cuyos derechos correspondían a Audiovisual Sport (AVS), la empresa propietaria de los derechos de las imágenes de la Liga y la Copa de fútbol, de cuyo accionariado forman parte la televisión autonómica de Cataluña (20%) y Sogecable (80%). Además, el Valencia impidió el sábado a AVS el acceso a la señal del partido que disputó frente al Valladolid. Por contra, ambos clubes autorizaron el acceso a los equipos técnicos de Mediapro, que cedió la señal exclusivamente a La Sexta.