"Llevamos todo el día intentando contactar con ellos, pero ha sido imposible. Como es normal en estos casos, los piratas han destruido el teléfono para evitar ser localizados", ha explicado a EL PAÍS Andrew Mwangura, mediador y experto en piratería.
Por las condiciones del Sakoba, Mwangura cree casi con toda probabilidad, que los piratas han secuestrado el barco "para utilizarlo como barco nodriza y lanzar nuevos ataques". Mwangura dirige el Departamento de Ayuda al Navegante, una red pensada para prestar asistencia a los barcos que navegan por la costa africana que ha terminado por especializarse en piratería. "Es un barco pequeño, cómodo para ellos", añade. "Tiene licencia para pescar en Tanzania y una tripulación de 16 hombres, la mayoría (10) keniatas, y un capitán español".
"Ahora", continúa, "hay que esperar a que los piratas contacten con la empresa propietaria del barco y vuelta a empezar".
Después de tres meses de relativa calma, obligada por el mal tiempo, los piratas han vuelto a salir de caza. Los medios de Eunavfor se lo están poniendo difícil. El pasado fin de semana evitaron cinco secuestros, detuvieron a más de 40 pirats y destruyeron sus esquifes, aunque, según reconocen "los ataques y los secuestros seguirán ocurriendo".