Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana han desahuciado esta tarde a los inquilinos del entresuelo del número 39 de la calle del Carme de Barcelona, donde ayer fue apuñalado un joven africano de 24 años. El piso ha sido tapiado para evitar que nuevas personas lo ocupen de forma ilegal, lo que según el administrador de la finca, sucede de forma continua desde hace dos años.
Según ha informado la policía catalana, el desalojo se ha efectuado a instancias del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que esta mañana ha dictado una interlocutoria de desahucio inminente. También han sido precientados el principal y el primer piso -también habitados ilegalmente- debido al mal estado en que se encontraban y por recomendación de los bomberos.
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En dicho entresuelo se han producido incidentes reiterados y ha tenido varios ocupantes ilegales. En enero se incendió, lo que hizo que lo abandonaran los jóvenes magrebíes que allí vivían. En seguida fue ocupado por nuevos inquilinos, según el administrador. Los vecinos han denunciado que desde que llegaron los nuevos inquilinos, al parecer senegaleses, las peleas se han multiplicado.
El administrador, que ha preferido omitir su nombre, ha explicado que en la finca solo dos familias tienen contrato de alquiler y que intentaran, de nuevo, conseguir desalojar al resto de ocupantes ilegales por la vía judicial. "Hemos cambiado el pomo de la puerta veinte veces pero no sirve de nada, vuelven a entrar. Aquí está ocupado hasta el tejado".
Según un vecino del inmueble y varios vecinos del barrio, los nuevos ocupantes se dedicaban a vender droga y facilitan su consumo en el mismo piso. "Lamentamos que haya hecho falta un crimen para conseguir que desalojen el piso", ha dicho el administrador de la finca.