La primera reacción del lehendakari, Patxi López, ha sido para resaltar que ETA "empieza a asumir que su fin es inevitable", pero que aún no tiene tomada la decisión de poner punto y final a su existencia. La declaración de tregua "permanente y verificable" anunciada hoy es un "pequeño paso" que permite albergar alguna esperanza y ver más cercano el final del terrorismo y reclamar a la izquierda abertzale que exija a la banda su desaparición. "Ha anunciado que mañana nadie morirá y eso es un triunfo de la democracia y la libertad", ha afirmado en su comparecencia para valorar el comunicado de la banda, pero "no ha decidido todavía acabar". La noticia "no es la que quería la sociedad vasca", y esta no la da por buena, ni acepta que los terroristas pongan "condiciones a la libertad", ha añadido, al tiempo que ha recordado las numerosas veces que en el pasado ETA "se ha comido su palabra", en referencia a la ruptura de otras treguas.
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López ha apuntado que la declaración de esta mañana es "resultado de la firmeza del estado de derecho y de la sociedad" y que la banda terrorista no cuenta ya ni siquiera con el apoyo de los colectivos que se lo han dado históricamente y que ahora le piden también que ponga fin a su actividad, en referencia a la izquierda abertzale.
El lehendakari cree ver tras el comunicado de la banda que esta ha empezado a asumir que su final es ineludible, pero sigue sin darse cuenta de que el tiempo de las treguas condicionadas ha pasado ya, porque la sociedad "no se conforma con respiros" temporales o dependientes de ninguna condición. "Nada le debemos a ETA, ellos nos deben el cierre a décadas de terrorismo", ha indicado.
López ha mostrado una cierta esperanza -"este alto el fuego nos acerca más al final del terrorismo", ha admitido- respecto a ocasiones anteriores, pero ha pedido "prudencia, responsabilidad y firmeza", obligadas, ha dicho "por las frustraciones pasadas". Su mayor crítica ha sido para la pretensión de ETA de seguir "tutelando decisiones políticas que solo corresponden a los representantes de los ciudadanos", como a su juicio trasluce el comunicado. Ni adjetivos, ni tutelas, ni condiciones son de recibo, ha dicho. López ha negado ya de entrada cualquier respuesta a la pretensión negociadora que siguen manifestando los autores del comunicado: la democracia no se rebajará al nivel de los terroristas, ha advertido, y el futuro de la sociedad se decide en el seno de sus instituciones democráticas.
A quienes abandonen la vía violenta sí les ha abierto la mano: a estos "se les puede ayudar a que se integren", pero serán ellos mismos quienes deban recorrer el camino que se lo permita.
En dirección a la izquierda abertzale, en particular a quienes acudieron el sábado a la manifestación por los presos, lanzó una llamada especial: que exijan el final de ETA, le nieguen expresamente cualquier carácter de agente político y se impliquen en la defensa de la democracia.