"Fue una de las veladas más impresionantes de mi vida", dice George Clooney al describir su cita con Silvio Berlusconi. Pero, por extraño que parezca, no se refiere a ninguna fiesta. "Estuve con él hablando de Darfur. Había hecho todos mis deberes", explica el actor en una entrevista televisada con la revista Time. "Después, él me llevó a su habitación para enseñarme una cama que le había regalado Putin". Eso fue todo. Excéntrica visita, pero nada más. Según Clooney, claro, que ha vuelto a negar haber asistido nunca a una de las famosas bunga bunga.
Pero, entonces, ¿de dónde sale la foto que publicó hace unas semanas Vanity Fair? En ella, el actor aparece junto al primer ministro y a Sabina Began, una supuesta madame, en una actitud que poco tiene que ver con una reunión de trabajo. Y fue tomada en la "velada" a la que se refiere Clooney, que tuvo lugar en Roma en 2008. El enigma, sin embargo, sigue abierto. "Hay muchos chistes, y muy poco tiempo", comentó el actor, seguido de las risotadas del público presente en la entrevista. "Fue una noche muy diferente a lo que todo el mundo piensa", explicó. "Yo le decía que tenía que irme y él insistía en que me quedara: '¿dónde vas? Va a haber una fiesta', me decía. 'No, realmente me tengo que ir', contestaba yo".
Y, según Clooney, se fue, haciendo caso omiso de la insistente invitación de Berlusconi para asistir a una de sus bunga bunga. Otra pregunta que queda sin respuesta: ¿para qué le pidió entonces Berlusconi que asistiera como testigo al juicio del caso Ruby? A pesar de que el primer ministro ha negado los cargos que lo acusan de pagar por sexo a una prostituta menor de edad, sus abogados llamaron a varios famosos para testificar a favor de Berlusconi ante el juzgado. Entre ellos, el actor.
"Hablé con ellos y les dije que iría y testificaría si ellos quieren", concluyó Clooney. "Pero yo nunca he estado en la fiesta que dicen que he estado. Nunca he ido a una fiesta bunga bunga".