La Gran Vía bilbaína ha sido escenario esta mañana un nuevo capítulo de protestas por la apertura de los comercios en domingo. Los sindicatos ELA, LAB, UGT y CC OO se han concentrado frente a la tienda de ropa For -unas 300 personas- y han increpado e insultado a todo el que entraba o salía del establecimiento. El amplio despliegue policial ha impedido que la cosa fuera a más. Se han vivido episodios de tensión, aunque ninguno de ellos ha derivado en violencia. Los otros dos comercios que ha abierto, Man y El Ganso, no han sufrido el acoso de los manifestantes.
La ley permite a las tiendas de más de 150 metros cuadrados trabajar ocho domingos o festivos al año y los propietarios de estos negocios se han acogido a este derecho. Ya lo hicieron el pasado 18 de diciembre pese a las fuertes presiones recibidas desde las centrales, que les acusan de haber roto un pacto "no escrito" y de estar favoreciendo con su actitud "el desarrollo de las grandes superficies".
Las posturas entre las dos partes parecen irreconciliables. Los comerciantes esgrimen la crisis económica y el bajón en las ventas como argumento para justificar su decisión de abrir. Alegan que "son tiempos muy difíciles" y que trabajar en días como el de hoy, con las rebajas recién estrenadas, garantiza unos ingresos a los que resulta doloroso renunciar.
La viceconsejera de Comercio y Turismo, Pilar Zorrilla, se ha personado en uno de los establecimientos para reforzar así el apoyo del Gobierno vasco a la medida adoptada por los comercios, en cumplimiento de la ley vigente. Una solidaridad similar se produjo el pasado 25 de diciembre cuando el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y el consejero de Industria, Bernabé Unda, también acudieron a una de los comercios en señal de apoyo y efectuaron sendas compras. Lógicamente, tanto a la entrada como a la salida del establecimiento fueron silbados por los representantes de los sindicatos que aguardaban a pie de calle.