El Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia ha dictado hoy una sentencia histórica, al condenar a tres serbobosnios por violaciones masivas y reconocer por primera vez este delito como un crimen contra la Humanidad.
Los sucesos ocurrieron en el verano de 1992 en Foca, en el este de Bosnia, donde se produjeron violaciones de mujeres musulmanas que fueron conducidas a campos de detención en esa localidad y sometidas a una campaña de terror.
Los tres acusados -Dragoljub Kunarac, Radomir Kovac y Zoran Vukovic- eran miembros de las fuerzas serbobosnias cuando ocurrieron los hechos y hoy han sido condenados, en una sentencia pronunciada por la jueza Florence Mumba, a penas de prisión de 28, 20 y 12 años, respectivamente.
La novedad de la sentencia es que, por primera vez en la historia del Derecho Internacional, considera la violación como un crimen contra la Humanidad y como violación grave de la Convención de Ginebra.
La pena más severa se ha dictado contra Kunarac por haberse mostrado que violó y torturó a mujeres y niñas musulmanas y por haber organizado su traslado a otros lugares donde el acusado sabía que las víctimas serían objeto de abusos sexuales por parte de otros soldados.
El tribunal reconoció en este acusado a uno de los principales responsables de los asaltos sexuales cometidos contra las mujeres, desde niñas de 12 años hasta ancianas, que fueron sometidas a esa campaña de terror en el verano de hace nueve años. Kovac ha sido sentenciado a 20 años de cárcel porque, aunque los jueces lo consideran tan culpable como Kunarac, lo condenan por menos cargos de los que pretendía la acusación. La sentencia para Vukovic se ha reducido a 12 años de prisión, al no poder probar el tribunal su culpabilidad en todos los hechos de los que estaba acusado.
Foca, la ciudad de los horrores
Foca, una localidad situada al sudeste de Sarajevo, fue tomada por los serbios en 1992 y miles de habitantes musulmanes y croatas fueron arrestados y separados de sus mujeres e hijas, que fueron violadas en repetidas ocasiones en los centros de detención o en sus casas.
El juicio comenzó el 13 de junio de 2000 y el tribunal, con sede en La Haya, continúa por otro lado el proceso que comenzó el pasado 30 de octubre contra el serbio Milorad Krnojelac, jefe de la prisión de Foca. Krnojelac, de 60 años y más conocido como Mico, está también acusado de crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad y otras violaciones de los derechos humanos de centenares de prisioneros musulmanes y otros no serbios.
La jueza Mumba ha descrito cómo las violaciones formaban parte de la "limpieza étnica" organizada en la zona, con el fin de hacer la vida imposible a los musulmanes por medio del terror.
Mumba ha asegurado que esas acciones se saldaron con "éxito" desde el punto de vista de sus responsables. "Hasta 'limpiaron' el nombre de la localidad, Foca, y se le puso el nuevo (nombre serbio) de Srbinje, ahora integrado en la región de la República Serbia (de Bosnia). Hoy en día casi ya no quedan musulmanes allí", ha relatado 1a jueza.
La sentencia también incluye la novedad de condenar la esclavitud sexual, al reconocer que numerosas mujeres de Foca fueron encerradas para servir de esclavas y después fueron violadas repetidamente.
Peggy Kuo, la acusadora, se ha mostrado satisfecha después de la sentencia y ha declarado a la prensa holandesa que "este caso demuestra que la esclavitud no significa solamente obligar a trabajos forzados, sino también a mantener relaciones sexuales a la fuerza". La defensa de los tres acusados había exigido su absolución porque aseguraba que los testigos se lo inventaron todo.
Sin embargo, los jueces han constatado que ha quedado probado que Kunarac violó al menos a cinco mujeres, Kovac a más de tres y Vukovic por lo menos a una. Sin embargo, las penas finalmente impuestas fueron menos severas de lo que había pedido la acusación, que exigía 35 años para Kunarac 30 para Kovac y 15 para Vukovic.