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CRISIS EN TURQUÍA

Bush respalda las reformas del gobierno de Ecevit y le pide que colabore con el FMI

Turquía es uno de los más sólidos aliados de EE UU en la OTAN y una pieza clave de su estrategia de Oriente Medio

El presidente estadounidense ha pedido a Turquía firmeza y una estrecha colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para atajar la crisis.

Bush ha llamado por teléfono a Ecevit para expresarle su apoyo en estos momentos de grave crisis económica para el Gobierno turco. "El presidente destacó la importancia de mantener las importantes reformas que Turquía ha puesto en marcha", ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, quien ha destacado la "fuerte" relación entre ambos países.

En su conversación, de apenas 5 minutos, Bush también ha insistido en que Ankara mantenga el proceso de reformas económicas y su cooperación con el FMI. La decisión de dejar fluctuar la lira se suma a una larga serie de problemas económicos, relacionados con la inestabilidad política, que movieron al FMI a aprobar en diciembre un préstamo de 11.400 millones de dólares.

Los principales responsables económicos del Gobierno de Bush habían criticado en los últimos meses las políticas de rescate de las instituciones financieras internacionales, como el FMI, con el argumento de que la certeza de una salvación exterior animaba a la irresponsabilidad de algunos gobiernos.

Sin embargo, EE UU no parece dispuesto a abandonar a Turquía a su suerte, ya que ese país es uno de sus sólidos aliados en la OTAN y una pieza clave de su estrategia de Oriente Medio, el Golfo Pérsico y el Cáucaso.

Los aviones estadounidenses que patrullan la zona de exclusión de vuelo del norte de Irak operan desde bases en el sur de Turquía, mientras que Ankara coopera con Washington en la puesta en marcha del sistema de oleoductos que transporten al exterior los recursos petrolíferos de las repúblicas ex soviéticas del Cáucaso.