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CONFLICTO EN LOS BALCANES

Tropas yugoslavas se despliegan en la franja desmilitarizada de Kosovo para combatir a la guerrilla albanesa

La incursión militar está amparada por la OTAN.-La zona de exclusión fue impuesta en junio de 1999 tras la retirada de las fuerzas serbias y el despliegue de las internacionales

Un millar de militares yugoslavos ha empezado a penetrar con sus transportes blindados hacia Miratovac, supervisados por observadores de la Unión Europea (UE), autoridades civiles y militares yugoslavas y miembros de la fuerza multinacional para Kosovo (KFOR).

El jefe del Estado Mayor yugoslavo, Nebojsa Pavkovic no ha determinado la cuantía de las fuerzas involucradas y simplemente ha comentado que "no hay ningún problema" y que "todo transcurre con normalidad".

El despliegue de tropas está amparado por el acuerdo que el viceprimer ministro serbio, Nebojsa Covic, y el comandante de la fuerza KFOR de la OTAN, el general italiano Carlo Cabigiosu, firmaron el lunes sobre la entrada del Ejército yugoslavo en parte de esta franja desmilitarizada.

Zona de exclusión

La zona de exclusión fue impuesta a los serbios en torno a Kosovo en junio de 1999 tras la retirada de las fuerzas serbias y el despliegue de las internacionales en Kosovo, después de que la OTAN bombardeara Yugoslavia (Serbia y Montenegro) durante 78 días.

El acuerdo permite a las fuerzas militares y policiales yugoslavas establecerse en 25 kilómetros cuadrados de esa zona que lindan con la ARYM.

Se trata de una zona de cinco kilómetros de ancho y otros tantos de largo en la que los efectivos yugoslavos entran por tres direcciones, desde los pueblos de Miratovac, Trnava y Norac.

Según algunos analistas, esto es útil para la OTAN, ya que moviliza a los serbios en el esfuerzo de las KFOR para impedir la extensión del irredentismo panalbanés de Kosovo hacia la vulnerable república de Macedonia.

Y también es útil para los serbios, que esperan que la medida sea el primer paso para que se les devuelva el control de los 2.000 kilómetros cuadrados de la zona desmilitarizada en el sur de Serbia.

Guerrilleros albaneses se hicieron fuertes el pasado noviembre en esa zona desmilitarizada al aprovecharse de que allí no podían ser perseguidos por la desarmada policía serbia.

Abundan las críticas de sectores serbios de opinión y análisis occidentales respecto a que los serbios han sido llamados a ayudar a "sacar las castañas del fuego" a los estadounidenses de la KFOR que tienen a su cargo la delicada zona fronteriza de Macedonia del lado contiguo kosovar.

Las autoridades serbias han prometido a la población albanesa de esa zona serbia que no serán objeto de represalias ni violencia y que sus tropas no entrarán en las aldeas.

"Los civiles no tienen nada que temer", ha manifestado el viceprimer ministro serbio en referencia a que no se repetirán las expediciones punitivas antiseparatistas que lanzó en 1998 el entonces presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.

El lunes pasado, la guerrilla albanesa y el Gobierno central firmaron un acuerdo de alto el fuego con la mediación y bajo garantías de la OTAN, que debería abrir el camino a unas negociaciones sobre la solución pacífica de la crisis.

Fuentes serbias y albanesas opinan que las negociaciones de paz entre ambas partes podrían iniciarse la semana próxima si el alto el fuego es plenamente respetado.

Toda intervención de la artillería yugoslava contra los guerrilleros albaneses debe ser coordinada por la KFOR, según ha informado el general Cabigiosu, ya que sólo se permitirá en respuesta a eventuales ataques artilleros secesionistas.

Covic a su vez ha pedido cooperación a las fuerzas macedonias y que refuercen el control de su frontera con Yugoslavia en el sector en el que entran hoy los soldados yugoslavos, para impedir que los guerrilleros albaneses ataquen desde el lado de la ARYM.

"Según un detallado estudio previo, las fuerzas yugoslavas no corren peligro de ser atacadas, ya que en esa parte no hay grupos terroristas ni separatistas", ha comentado a la prensa Milovan Coguric, portavoz del ejército.

La guerrilla albanesa está atrincherada en el tramo de la franja desmilitarizada a la altura de la ciudad de Bujanovac, más al norte del lugar en el que hoy se despliegan los efectivos yugoslavos.