El joven cuyo estado es más grave presenta una herida en el pecho y ha sido trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital Sahlgrenska. Los otros dos chicos con heridas de bala también siguen ingresados, pero no hay que temer por sus vidas.
Además, 12 policías han resultado heridos (uno de ellos grave, al ser golpeado con un adoquín por un manifestante) y medio centenar de personas han sido detenidas.
Por su parte, la agencia sueca TT ha informado que uno de los manifestantes heridos de bala lo ha sido por parte de un policía que se ha sentido amenazado. "Nos hemos encontrado en una situación en la que la vida de uno de nuestros compañeros estaba en peligro ante la lluvia de adoquines. Él ha disparado en legítima defensa", ha declarado un agente a TT.
El ministro de Justicia justifica el uso de armas de fuego
El ministro sueco de Justicia se ha visto obligado a comparecer ante los medios para explicar esta situación extrema. Thomas Bodstroem ha asegurado que la Policía hizo anoche "todo lo que pudo" ante lo que ha calificado de "manifestación sin precedentes" en su país.
Sin embargo, el titular de Justicia niega que los agentes policiales perdieran el control y ha justificado el uso de armas de fuego contra los manifestantes en caso de que éstos muestren un comportamiento violento.
Delegaciones evacuadas
Los enfrentamientos no cesaron a lo largo de la primera jornada de la cumbre. Las delegaciones de Bélgica, Finlandia, Holanda y Luxemburgo tuvieron que evacuar sus hoteles porque estaban muy cercanos a las zonas donde estallaron los violentos enfrentamientos.
Los altercados más graves tuvieron lugar después de que varias decenas de jóvenes activistas arrasaran Park Avenue, una de las arterias del centro la ciudad.
Los anarquistas y militantes de izquierda llegados a Gotemburgo arrancaron adoquines de la calzada y los utilizaron como munición contra escaparates de tiendas y restaurantes (entre ellos un McDonald's, símbolo de la globalización para este colectivo).
Los manifestantes lanzaron piedras contra los policías a caballo y un grupo de ese cuerpo fue rodeado por activistas, que les arrojaron adoquines y petardos.
2.000 personas
Un portavoz de Greenpeace, una de las organizaciones que habían convocado actos para protestar por el rechazo de Bush a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se ha desmarcado de estos sucesos. Aunque los cálculos apuntan a que cerca de 2.000 personas han acudido al llamamiento de las organizaciones antiglobalización, los incidentes han sido protagonizados por 200 o 300 personas, según testigos presenciales.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, se ha referido en la rueda de prensa a estos sucesos para señalar que, en democracia, el derecho a manifestarse está reconocido. Simplemente se ha limitado a recordar que esos incidentes ocurren cuando la UE está debatiendo un reto histórico, como es la ampliación al Este, y la "carga de la prueba" de que eso es negativo debería recaer en quienes se oponen a esa decisión.