El estallido de violencia ha sido ocasionado presumiblemente en represalia por el ataque sufrido el pasado viernes por un taxista de origen asiático a mano de ciudadanos blancos.
La policía, que ha admitido haber sido "sorprendida" por el ataque, ha detenido a cuatro jóvenes. Los agentes han tachado la revuelta de "local", descartando la presencia de incitadores externos; inicialmente, la policía había acusado a los líderes de la comunidad asiática del estallido.
Auge de la ultraderecha
Burnley se encuentra en el noroeste de Inglaterra, a menos de 50 kilómetros de Oldham, escenario de serios disturbios raciales el pasado mes. De sus 92.000 habitantes, 6.000 son extranjeros, en su mayoría originarios de Pakistán y Bangladesh.
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La tensión en la ciudad ha subido de tono en las últimas semanas tras el fuerte repunte obtenido por el ultraderechista Partido Nacional Británico en las elecciones legislativas del pasado 7 de junio, en las que obtuvo un 11,2% de los votos de ese distrito.