Hace sólo diez días, el mismo tribunal juzgó y condenó a la misma pena a Li Shaoming, un académico de origen chino con nacionalidad estadounidense, también por espionaje, pero ordenó su deportación al extranjero por tener pasaporte norteamericano.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, ha urgido hoy a China a mejorar la situación de los derechos humanos en ese país si quiere ponerse a la altura de los criterios internacionales. Powell tiene previsto visitar Pekín el próximo fin de semana, dentro de la gira que está realizando por Asia.
Gao, que fue detenida junto con su marido y su hijo de cinco años durante una visita a China en febrero, y Li, que fue arrestado cuando viajaba a visitar una universidad en el sur del país, son sólo dos de los múltiples casos de académicos de origen chino que trabajan en instituciones estadounidenses y han sido detenidos en los últimos meses.
EE UU ha solicitado a las autoridades chinas que pongan fin a esta "caza de brujas". Por su parte, familiares de los intelectuales detenidos y grupos pro derechos humanos han rechazado cualquier vinculación de éstos con actividades de espionaje, y han explicado sus investigaciones como meros "intercambios académicos".