Cientos de pasajeros de aviones recién llegados han sido retenidos en las instalaciones del aeropuerto mientras los artificieros examinaban el coche.
Según la policía, el vehículo llevaba matrícula falsa y se encontraba estacionado en un aparcamiento situado frente a la principal terminal del aeródromo. El incidente se ha producido tras registrarse dos amenazas de bomba, una de ellas dirigida a una sacerdote católico, según han explicado fuentes policiales.
El hallazgo del artefacto coincide con el día en que los gobiernos de Londres y Dublín han entregado a los principales partidos norirlandeses un paquete de medidas para salvar el proceso de paz del Ulster.