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DÍA DE DUELO

Bush cumprueba 'in situ' los daños en Nueva York

El presidente ha sobrevolado Manhattan en helicóptero y se ha entrevistado después con los grupos de rescate

El presidente de Estados Unidos, George Bush, ya conoce personalmente los devastadores efectos del atentado contra el World Trade Center tras haber sobrevolado desde un helicóptero los escombros de lo que eran las Torres Gemelas. Bush estaba acompañado en el Marine One por el alcalde de la ciudad, Rudolph Giulaini, y por el gobernador del estado, George Pataki, quienes le explicaron los detalles.

Posteriormente, el helicóptero se ha posado en un embarcadero en la parte sur de la isla de Manhattan, zona que esta actualmente cerrada al público, para entrevistarse con los grupos de rescate que trabajan buscando supervivientes entre los restos de los rascacielos. Bush tiene previsto inspeccionar personalmente la destrucción en la que ha quedado esa zona de Nueva York.

Cazas de la Fuerza Aérea han escoltado el avión presidencial, Air Force One, desde su salida de Washington hasta un aeropuerto militar de Newark, en el estado de Nueva Jersey, al otro lado del río frente a Manhattan, y también han supervisado la seguridad del helicóptero. En el avión presidencial, Bush estaba acompañado por una delegación de 37 congresistas de los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.

Ceremonia emotiva

Antes de partir de la capital federal, Bush ha asistido a una multitudinaria y emotiva ceremonia religiosa en recuerdo a las víctimas de los atentados, que ha tenido lugar en la Catedral Nacional de Washington. Junto a ciudadanos anónimos, han acudido al acto las principales personalidades del país y cuatro ex presidentes -Clinton, Bush padre, Carter y Ford-.

Durante la ceremonia, el presidente ha vuelto a dirigirse a la nación, visiblemente emocionado, para asegurar que todo el país está "unido contra el terrorismo".

Bush ha dedicado gran parte de su discurso al recuerdo de los pasajeros de los vuelos secuestrados, de los bomberos y policías sepultados bajo los escombros de las Torres Gemelas, de los trabajadores del Word Trade Center y de las vidas sesgadas en el Pentágono.

El presidente ha vuelto a subrayar que EE UU debe responder al ataque y liderar al mundo en la batalla contra el mal del siglo XXI: el terrorismo. "Ésta es una nación pafícica pero fiera cuando se ve obligada a responder. Este conficto ha comenzado por decisión de otros, pero terminará dónde y cuándo nosotros decidamos", ha indicado el presidente, en alusión a la larga batalla que previsiblemente comienza.

Una nación unida contra el terror

Además, el presidente ha recordado a Franklin Roosevelt y su lema "el coraje de una nación unida" en un llamiento a las dos cámaras, al partido demócrata y a toda la sociedad para que permanezca unida en este momento trágico en el que el país debe mostrar entereza y decisión.

En este sentido, ha señalado que "la unidad contra el terror se extiende por todo el mundo", en referencia al apoyo de Rusia y de los países aliados de la OTAN.

La jornada, bautizada con el nombre de Día Nacional de la Oración y el Recuerdo, ha comenzado una conversación telefónica en público entre Bush y el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, a quien ha comunicado el aumento de presupuesto para hacer frente a la catástrofe en la que se encuentra sumida la ciudad.

En su quinta alocución televisada desde que el pasado martes fuera informado de la primera acción suicida contra una de las Torres Gemelas en Nueva York, el presidente estadounidense George W. Bush, ha asegurado que su país liderará "al mundo a la victoria" contra el terrorismo.

"Lloro y estoy de luto como el resto de Estados Unidos", ha dicho Bush, quien ha insistido en que ciudadanos y autoridades respeten a las personas de religión musulmana y no les responsabilicen por los atentados.