El régimen talibán respondía esta mañana al despliegue militar de los EE UU en Uzbekistán con el despliegue de 8.000 soldados de refuerzo en la frontera con la ex república soviética. Toda una afrenta a las declaraciones hechas ayer tanto por Blair como por Bush acerca de un ataque inminente después de que los talibán dispararan contra un avión espía estadounidense.
"Hemos mandado más tropas después de oir que 1.000 soldados norteamericanos se situaron en Uzbekistán. Ya teníamos allí miles de soldados", apuntaba el texto del Ministerio dado a conocer por la mañana.
"Estamos mandando tropas a todos los lugares importantes, es cuestión de principios. No nos someteremos a las fuerzas norteamericanas y pelearemos hasta el último suspiro", añadie el anuncio.
Los talibán han creado un cinturón defensivo a unos 60 kilómetros al norte de Kabul. Asimismo, han anunciado el envío de unos 2.000 efectivos más a Bagram, uno de los puestos más avanzados de la oposición, situado a sólo unos 30 kilómetros de Kabul.