El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ha llamado a todas las naciones a combatir "sin excusas ni pretextos" la amenaza terrorista, que ya no puede ser contemplada "como un mal inevitable" y ha advertido de que la ONU se juega su credibilidad en el impulso de la Convención contra el Terrorismo.
Piqué ha intervenido esta noche ante la 56 Asamblea General de Naciones Unidas horas después de pronunciar un discurso en la conferencia para facilitar la entrada en vigor del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBT), en el que ha instado a los países que, como Estados unidos, no han ratificado este documento a que se adhieran "sin más dilación" a un instrumento "esencial" para la paz mundial.
En su intervención ante el plenario de la Asamblea de la ONU, el ministro español, que continuó su agenda diplomática sin cambios tras el accidente de un avión comercial en Nueva York, ha aludido a la experiencia de los españoles como víctimas de la "crueldad del terrorismo" para subrayar que, tras el 11 de septiembre, la comunidad internacional no puede seguir actuando igual. "El terrorismo no puede ser contemplado como un mal inevitable para nuestros pueblos, sino como un enemigo mortal de todos ellos", ha recalcado el jefe de la diplomacia española. "Éste es el momento de demostrar la voluntad política de unos y otros para tomar medidas efectivas", ha subrayado Piqué con el deseo de que la cooperación internacional contra el terrorismo "dé un salto cualitativo".
Ocasión histórica
Piqué ha insistido en la necesidad de combatir tanto a los terroristas como a "quienes les prestan cualquier tipo de apoyo, activo o pasivo", y ha elogiado como "eficaz y rápida" la acción de Naciones Unidas desde el 11 de septiembre, al canalizar la "acción concertada" contra el terrorismo "sin adjetivos". No obstante, ha instado a los miembros de la ONU a que no malgasten la "ocasión histórica" que ofrece la negociación de la Convención General contra el Terrorismo Internacional y ha advertido de que "la propia credibilidad de las Naciones Unidas está en juego".
Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores ha reflexionado en su discurso acerca del "oportunismo" con el que los terroristas manipulan en su favor problemas como el de Oriente Próximo. Esto, a juicio de Piqué, no debe hacer olvidar la necesidad urgente de revitalizar el diálogo en esta región, con el objetivo de que un Estado palestino conviva pacíficamente con Israel "dentro de fronteras seguras".
Gibraltar y el Sahara
Piqué ha dedicado un párrafo de su discurso a explicar cómo España y el Reino Unido han revitalizado su diálogo sobre Gibraltar con la "voluntad política" de "superar todas sus diferencias" acerca de este enclave y de concluir las conversaciones "con éxito y rapidez". No ha incluido, sin embargo, ninguna referencia al conflicto de la antigua colonia española del Sahara Occidental, uno de los asuntos que han enrarecido en las últimas semanas las relaciones bilaterales hispano-marroquíes.
La posición de España sobre la solución de este conflicto fue una de las causas argumentadas por Marruecos para justificar la retirada de su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka, decisión que ha abierto una crisis diplomática entre ambos países, que Piqué intentará reconducir en la entrevista que celebrará este miércoles en Nueva York con su colega marroquí, Mohamed Benaissa.
Tampoco el ministro francés de Exteriores, Hubert Vedrine, mencionó el conflicto del Sahara en su discurso del sábado, en un momento en que Francia ha mostrado diferencias con sus socios de la UE en torno a esta cuestión. El ministro mauritano, Dah Ould Abdi, le dedicó apenas tres líneas el domingo. Unicamente el jefe de la diplomacia argelina, Abdelaziz Beljadem, que se ha entrevistado con Piqué en Nueva York, ha defendido desde la tribuna la necesidad de un referéndum que determine el futuro del Sahara Occidental.