Los atentados del 11 de septiembre convirtieron los aviones en una amenaza potencial, hasta el punto de que el Gobierno estadounidense avisó de que derribaría cualquier aparato que considerara sospechoso de estar siendo usado por terroristas. Ahora la amenaza y el miedo se han trasladado al mar. La Armada estadounidense busca denodadamente 23 buques mercantes propiedad o bajo control de la organización terrorista Al Qaeda, y ha advertido de que los destruirá si intuye cualquier gesto de hostilidad por su parte, según ha informado la cadena televisiva ABC.
La Marina basa sus acusaciones en informes de las agencias de inteligencia estadounidenses y del Gobierno noruego, que apuntan que el millonario de origen saudí Osama Bin Laden, líder de la organización terrorista, posee 23 barcos actualmente en paradero desconocido.
Estados Unidos teme, además, que Bin Laden emplee los buques para huir de la zona del conflicto, en caso de que pudiera salir de Afganistán, donde se sospecha que se encuentra refugiado en la actualidad. De hecho, las autoridades estadounidenses en el Golfo Pérsico ya han advertido a las empresas que trabajan en el área que se ha desplegado un dispositivo militar para buscar a los barcos sospechosos.
Facilidad "espeluznante"
El senador demócrata y ex candidato a vicepresidente Joe Lieberman ha declarado a la ABC que "la facilidad con la cual un terrorista podría traficar armas nucleares, químicas o biológicas en un contenedor de barco sin que nadie le detecte es, en una palabra, espeluznante".
Fuentes de los servicios de inteligencia estadounidense han confirmado a la cadena televisiva que la Marina está vigilando a varios buques, y que los submarinos en la zona podrían sumarse a la operación en caso de considerarse necesario.