El Pentágono ha confirmado que el Ejército estadounidense atacó y destruyó ayer un convoy en la localidad afgana de Khost, al sudoeste de Tora Bora, en el que, según los norteamericanos, viajaban líderes talibanes y miembros de la organización Al Qaeda. El general de los marines Peter Pace ha asegurado que las fuerzas estadounidenses atacaron ayer con aviones y misiles lanzados desde barcos en el Mar de Arabia el citado convoy integrado por una docena de camiones.
"El ataque destruyó los vehículos, mató a las personas que viajaban en él y devastó el campo del que procedían", ha dicho el oficial. Pace ha indicado que en el citado campo se encontraban "dirigentes", pero no ha aclarado si pertenecían a la organización Al Qaeda o a la milicia talibán. "La información que habíamos reunido nos indicaba que se trataba efectivamente de dirigentes, y golpeamos esa jefatura", ha dicho Pace.
Líderes tribales
Sin embargo, informaciones difundidas por la Afghan Islamic Press, con sede en Islamabad, aseguraron que en el convoy viajaban líderes tribales pastúnes contrarios a los talibanes, quienes se dirigían a Kabul para tomar parte en la ceremonia de investidura del nuevo gobierno interino que encabezará Hamid Karzai. En el ataque, según la citada agencia, habrían muerto un total de 65 personas.
De acuerdo a estas fuentes, las bombas impactaron contra un convoy en el que viajaban jefes tribales, ancianos y militares y que realizaba un viaje que lo habría llevado desde Khost hasta Kabul. Un total de 14 vehículos de la caravana resultaron completamente destruidos.
Una de las víctimas sería el comandante el Mohammadi Ibrahim, hermano de otro líder militar muy conocido, Jalaluddin Haqqani.
La portavoz del Pentágono, Victoria Clarke, no ha querido pronunciarse sobre este informe y ha reiterado que, según la información que tienen, en el convoy atacado viajaban "líderes" talibanes o de Al Qaeda. "Atacamos el liderazgo, al igual que lo haremos la próxima vez que tengamos una información de este tipo", ha insistido el general Pace. El Pentágono no tiene "ninguna duda" de que el bombardeo tuvo como blanco un convoy "de dirigentes" enemigos y no de notables locales, ha declarado, por su parte, un portavoz del Pentágono, el teniente coronel David Lapan.
Nueva bomba
El subjefe del Pentágono, Edward Aldridge, ha manifestado que se ha enviado a las fuerzas que intervienen en Afganistán un nuevo tipo de bomba diseñado, específicamente, para destruir los reductos enemigos en cuevas. La bomba explota de forma retardada, y ejerce una gran presión que succiona el aire de las cuevas y túneles.
Aldridge ha explicado que la "bomba termobárica", guiada por láser, fue probada recientemente en el estado de Nevada y es "claramente, la que necesitamos en Afganistán, y por eso las hemos enviado". El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, ha señalado que las tropas estadounidenses "no tienen como tarea principal en Afganistán la destrucción de las cuevas, y además hay cientos y cientos de ellas".