Los equipos de rescate que trabajaban en la búsqueda de supervivientes del terremoto sufrido el sábado en Turquía han suspendido sus tareas ante el convencimiento de que ya no queda nadie atrapado con vida bajo los escombros, según han informado fuentes del centro de crisis montado en la provincia de Afyon, al oeste del país. Según los últimos datos oficiales, el seísmo que sacudió la parte occidental de Turquía se ha cobrado ya 45 vidas.
Fuentes oficiales han confirmado también que 172 personas resultaron heridas, cifra que la prensa aumenta a más de 300, al tiempo que informa de 77 edificios derrumbados en la región, entre los que se encuentran 14 mezquitas. Las ciudades más afectadas fueron Sultandagi, Cay y Bolvadin, donde se registraron el mayor número de muertos.
El alcalde de Sultandagi, Ismail Celik, ha señalado que los edificios públicos han sido los que más daños han sufrido en esa localidad, incluyendo el Ayuntamiento, el cuartel de la policía, distintas escuelas y diversas mezquitas. Por otra parte, el ministro de la Construcción, Abdulkadir Akcan, ha asegurado que los escombros serán retirados en un plazo de dos semanas y que tardarán dos meses en entregar casas prefabricadas a los que han perdido las suyas en el seísmo. En la ciudad de Cay se derrumbaron 30 inmuebles en la zona industrial, pero no hubo víctimas ya que estaban vacíos por ser domingo. En Afyon, las escuelas han sido cerradas durante una semana para evaluar los daños estructurales en los edificios y evitar riesgos para los alumnos.
Noche al raso
Mientras, miles de personas han pasado la noche al raso y han tenido que combatir con mantas y hogueras las gélidas temperaturas, aterrorizados por los más de 200 temblores que sucedieron al terremoto de seis grados de magnitud en la escala de Richter. El director del observatorio de Kandilli, Ahmet Mete Isikara, ha advertido a la población de que habrá muchas más réplicas.
Entretanto, las autoridades ya han comenzado la distribución de comida y tiendas de campaña a los afectados y la media Luna Roja turca ya ha enviado 10.000 mantas y 2.292 tiendas de campaña de las 7.000 que tiene previsto distribuir en la zona. No obstante, el primer ministro turco, Bulent Ecevit, ha señalado que, de momento, no es necesario el envío de ayuda internacional. Además, un portavoz de la media Luna Roja ha asegurado que todos los afectados tendrán cobijo esta noche y se les repartirá comida caliente tres veces al día. "Contamos con tres hospitales móviles en la región", ha indicado.
Acusaciones
Turquía ya sufrió un terremoto devastador el 17 de agosto de 1999, en el que murieron 20.000 personas en la región de Marmara, corazón industrial del país. Las consecuencias del seísmo del sábado ha provocado que la prensa turca incida en sus ediciones de hoy en el hecho de que tras aquella tragedia no se tomaran las precauciones necearias. Esto, según los diarios, se demuestra en los derrumbamientos de varios edificios de nueva construcción.
La prensa, pese a estas quejas, no ha dudado en elogiar la prontitud con la que respondió el Gobierno para hacer frente a la crisis y la diligencia de los equipos de rescate.