El presidente francés, el neogaullista Jacques Chirac, ha anunciado su candidatura a la reelección en los próximos comicios que se celebrarán el próximo mes de mayo. El anunció se ha producido durante su visita oficial a Avignon, una ciudad fetiche para el jefe de Estado francés.
"Sí, soy candidato. He querido decirlo aquí en medio de los franceses de Avignon. Deseo que se produzca un debate digno. Creo en Francia, conozco a los franceses y los amo", ha señalado Chirac al ser preguntado sobre su candidatura por la alcaldesa de Aviñón, Marie-Josée Roig.
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Su anuncio, con el telón de fondo del Fuerte de San Andrés de Avignon, provocó una oleada de aplausos, vítores y gritos entre los presentes a un encuentro sobre iniciativas económicas locales y creación de empresas, organizado en la ciudad. "Estoy feliz de haberlo dicho", ha apostillado Chirac, con una voz ligeramente ronca.
El jefe de Estado ha iniciado ya la precampaña y no ha dudado en atacar la política económica del que previsiblemente será su contrincante, el socialista Lionel Jospin. En ese contexto, ha afirmado que él no se resigna a "esperar, inmóvil, que el crecimiento económico estadounidense venga a dar un aliento a las iniciativas europeas y francesas. Debemos encontrar nosotros mismos los medios de reforzar nuestro crecimiento económico y nuestros empleos", ha subrayado Chirac antes de enfatizar que "el crecimiento económico y la creación de empleo no se decretan, y menos desde París. Debemos confiar en los franceses".
En su opinión, la situación económica en Francia "no es fácil", al igual que en Europa y en el resto del mundo. Por ello, el jefe de Estado ha defendido la necesidad de "favorecer la libertad de empresa" y aún más si se tiene en cuenta que "el paro está subiendo".
Ceder a las presiones
Los rumores sobre la presentación de la candidatura a su propia reelección en Avignon habían nutrido durante los últimos días a la prensa francesa, pese a los insistentes desmentidos del Elíseo. Según los analistas, Chirac ha cedido finalmente a las presiones de sus allegados para que adelante su candidatura, debido a la subida en las encuestas de Jospin y del ex ministro de Interior, Jean-Pierre Chevènement.
Algunos neogaullistas temen que Jospin y Chevenèment protagonicen la segunda vuelta en las presidenciales, el 5 de mayo. Ese temor y los eventuales efectos nocivos que pueda tener para Chirac la reciente vuelta desde Santo Domingo, tras siete años de fuga, del ex directivo neogaullista Didier Schuller para rendir cuentas a la Justicia sobre un presunto caso de corrupción, fueron los argumentos de los partidarios de que el presidente pusiese ya, como ha hecho, las cartas sobre la mesa.