El alemán, que en la mañana de hoy ingresó a la empresa de decoración de la que había sido despedido hace unos días y mató a disparos a dos de los empleados del local, uno de ellos su antiguo jefe, se suicidó con una granada de fabricación casera en el edificio en el que se había atrincherado.
Según informó la policía local, el cuerpo del joven ha sido encontrado en un establecimiento escolar, y su estado hace pensar que se suicidó al detonar una granada de fabricación casera, similar a la que utilizó poco antes en su ataque indiscriminado contra un centro de formación profesional.
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La tragedia comenzó hacia las ocho de la mañana, cuando el individuo, cuya identidad se desconoce, entró en la tienda de artículos de decoración de la que había sido despedido hace unos días en la localidad de Eching. Vestido con una camisa militar empezó a disparar a su alrededor con un arma de gran calibre, matando a uno de sus jefes y a un compañero.
Luego había huido en dirección a un colegio cercano, disparando a su paso en el aparcamiento, tras lo que siguió corriendo hacia un centro de formación profesional. Allí lanzó una granada en el despacho del director, matando a éste e hiriendo a un número indeterminado de personas, una de ellas de gravedad.