El Pentágono está desarrollando un plan para suministrar noticias, incluso falsas, a los medios extranjeros como parte de una campaña para recabar adhesiones en todo el mundo a su campaña contra el terrorismo, según publica hoy The New York Times, citando fuentes militares.
Sin embargo, el proyecto aún no ha recibido la necesaria aprobación de la Casa Blanca, según estas fuentes. En este sentido algunos críticos, incluido el secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, dicen que podría minar la credibilidad de la información que se ofrece abiertamente por el Deparatmento de Defensa.
También en países aliados
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El Pentágono ya ha utilizado la intoxicación informativa para minar la resistencia de países hostiles, como cuando bombardeó con panfletos Afganistán. Ahora, la recién creada Oficina de Influencia Estratégica se propone exportar la campaña propagandística a países aliados de Oriente Próximo, Asia y Europa Occidental.
Este departamento, establecido muy poco después de los atentados del 11 de septiembre, fue la respuesta a la preocupación de la administración Bush por la pérdida de apoyos en varios países, particularmente en algunos aliados islámicos, parte de cuya opinión pública se movilizó a favor de Bin Laden.
Poco se sabe de esta oficina, e incluso muchos altos responsables del Pentágono y del Congreso reconocen no tener ni idea sobre sus planes y propósitos. Su multimillonario presupuesto, reforzado por una inyección de 10.000 millones de dólares extra en octubre, no ha sido revelado.