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BALCANES

El Parlamento de Kosovo elige como presidente a Ibrahim Rugova

El líder moderado ha obtenido 88 votos a favor en el cuarto intento de votación

El líder moderado albanokosovar, el independentista Ibrahim Rugova, ha sido elegido esta mañana presidente de Kosovo, en el cuarto intento de votación en el Parlamento resultante de las elecciones de noviembre pasado. Rugova, líder de la Liga Democrática de Kosovo (LDK), ha obtenido 88 votos a favor. Por los mismos ha sido elegido como primer ministro Bajram Rexhepi, del Partido Democrático de Kosovo (PDK), procedente de la ex guerrilla albanokosovar.

El Parlamento de mayoría albanesa ha aprobado también el Gobierno de Rexhepi, aunque queda pendiente el nombramiento de un ministro que corresponde a representantes de la minoría serbia, que ha mostrado su descontento por no haber sido consultada sobre la formación del Gobierno.

El Gobierno de Kosovo tiene diez ministros, cuatro de la LDK, dos del PDK y otros tantos de la tercera formación albanesa, Alianza para el Futuro de Kosovo (AAK), y los dos restantes son para los serbios y los musulmanes eslavos, en minoría en Kosovo.

El ya presidente electo de Kosovo lideró durante una década la resistencia pacífica de los albano-kosovares frente al régimen de Slobodan Milosevic, cuando era conocido como el Gandhi de los Balcanes. Rugova nació en el seno de una familia acomodada de la comarca de Istok, en el noroeste de Kosovo, el 2 de diciembre de 1944. Recién nacido perdió a su padre, fusilado por los partisanos de Tito. Se Licenció en Literatura Albanesa por la Universidad de Pristina, y amplió estudios durante un año en París.

Rugova comenzó su actividad política como miembro de la Liga Comunista yugoslava, de la que fue expulsado en 1989, cuando Milosevic abolió la autonomía kosovar y la Asociación de Escritores abanderó la resistencia nacionalista albanesa. El escritor se convirtió así en líder de un pueblo al que dirigió durante una década por la senda de la desobediencia civil. En 1992 fue elegido presidente de la república de Kosovo, en unos comicios no reconocidos internacionalmente.

Aislado de la realidad

Durante años, gobernó sin oposición, pero se fue aislando de la realidad de Kosovo y desoyendo a sus críticos. Rugova tardó bastante tiempo en creerse que, entre los suyos, había nacido un grupo dispuesto a lograr la independencia por las armas, el UCK, y mantuvo durante meses que se trataba de un invento de los servicios secretos serbios.

El presidente de Kosovo acudió en febrero de 1999 a la Conferencia de Paz de Rambouillet (Francia) como un segundón en una delegación dominada por Hashim Thaci, líder del UCK. Hasta entonces, se había vanagloriado de que, si algo había logrado con su política, era evitar la guerra.

Su momento más amargo llegó en abril de 1999, en plenos bombardeos de la OTAN, cuando apareció dándose la mano con Milosevic en Belgrado y pidiendo el fin de los ataques aliados en aras del diálogo. Esa imagen le supuso el desprecio de los albaneses -según algunas versiones el UCK lo condenó a muerte- e incluso el descrédito entre sus interlocutores occidentales.

Ahora, este hombre sin brillo, que no se quita nunca un pañuelo de seda que le regaló el Papa, que apenas sonríe, ha recobrado con la paz el favor de su pueblo. En las elecciones organizadas por la ONU en la provincia, en noviembre de 2001, su Liga Democrática volvió a triunfar, aunque han hecho falta meses de presiones internacionales para que Thaci desbloqueara en el Parlamento su elección como presidente.