Cuatro soldados canadienses murieron en la tarde del miércoles y otros ocho resultaron heridos en Afganistán por una bomba lanzada accidentalmente por un F-16 estadounidense, según ha anunciado este jueves el ministro de Defensa canadiense. "Dos de los heridos se encuentran en estado muy grave, otro grave y el resto con heridas muy serias", según reza un comunicado del citado ministerio.
Las víctimas pertenecían al grupo de tácticas del tercer batallón de infantería, destacado en Afganistán desde el pasado mes de enero en el marco de la operación Apolo, con la que Canadá está implicado en la lucha contra el terrorismo.
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Se trata de un "terrible y trágico accidente", ha señalado a la prensa el jefe del estado Mayor canadiense, Raymond Hénault. El accidente se ha producido en medio de un ejercicio en el que no participaba el F-16 estadounidense, ha añadido. Las circunstancias del mismo aún no han sido aclaradas, si bien el propio Raymond Hénault ha apuntado a la posibilidad de un error de identificación.
Los heridos debían ser transportados a la base de Rammsteim, que Estados Unidos tiene en Alemania, o al centro estadounidense de Uzbekistán.
Condolencias de Bush
"Un F-16 de la Guardia Nacional estadounidense lanzó una o dos bombas de 500 libras sobre un grupo táctico que se encontraba entrenando en un campamento situado a unos 14 kilómetros de Kandahar [sur del país]", añade el comunicado. El primer ministro canadiense, Jean Chrétien, ha apuntado, por su parte, que el presidente George W. Bush se había puesto en contacto con él para ofrecer a las familias sus más "sinceras condolencias". "Ha prometido la total cooperación de las autoridades de su país con las canadienses, que se encargarán de realizar un minucioso informe sobre el incidente", ha añadido.
Se trata de los primeros canadienses que mueren en una operación de combate desde la guerra de Corea (1950-53), según ha precisado el ministro de defensa.