El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene previsto adoptar hoy una determinación acerca del conflicto del Sáhara Occidental. Esta decisión, que se toma una día antes de que concluya el Mandato para un Referéndum en Sahara Occidental (MINURSO) ha convertido los pasillos del Consejo de Seguridad en el escenario de un intenso enfrentamiento diplomático.
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Desde que Marruecos y el Frente Polisario firmaran en 1991 unos acuerdos de paz por los que se fijaba que el futuro del territorio se decidiría en un referéndum de autodeterminación, la cuestión del Sáhara ha vivido "cómoda en el estatus quo", tal y como ha segurado un funcionario de la ONU, que prefirió no dar su nombre.
A principios de 2000, el secretario general de la ONU, Koffi Annan, decidió suspender el referéndum de autodeterminación, después de que se presentaran más de 100.000 recursos al censo preparado por MINURSO.
Desde la suspensión del referéndum, Annan puso a su enviado personal, James Baker, a buscar una solución. En febrero de este año dio al Consejo de Seguridad tres opciones para escoger: celebrar el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, conceder al territorio una autonomía sustancial, que no permite la independencia, o dividirlo.
Marruecos no quiere oír hablar de la opción de la división. Una postura que se vio refrendada esta semana por EE UU y que siempre ha sido apoyada por Francia. No hay que olvidar que ambos países tienen intereses económicos, ya que una empresa petrolera francesa y otra estadounidense ya han firmado con Marruecos acuerdos para la exploración y explotación de las riquezas del Sáhara.
Gran Bretaña se une a esa posición, pero Rusia se opone, mientras China parece estar más cerca de la posición conciliadora de España, único país de los mencionados que no está en el Consejo de Seguridad.
Todo lo contrario opina el Frente Polisario, que rechaza de plano esta autonomía sustancial y exige el referéndum. Pese a que no excluye la salomónica partición del territorio, el máximo dirigente de esta organización, Mohamed Abdelaziz, ha asegurado que su pueblo está "preparado para la guerra" si la ONU toma finalmente la decisión de la integración en Marruecos.
Prórroga técnica
Otro de los grandes implicados en el conflicto, Argelia, ha apuntado, en una carta remitida por el embajador de este país en la ONU, Abdala Baali, que es el Consejo de Seguridad y no el enviado especial, James Baker, quien debe elegir la opción definitiva. En la misiva, también se recuerda la posición de Argelia, que está a favor del Plan de Arreglo, firmado por ambas partes y en el que se establece el referéndum de autodeterminación.
Kofi Annan y James Baker creen que, con unas partes que no se entienden, es necesario que el Consejo de Seguridad imponga la solución, mientras que España, antigua potencia colonial, estima que una solución que no es aceptada por ambas partes no es solución.
Así, muchos analistas y diplomáticos apuestan que, con la presión de la crisis de Oriente Próximo, el Consejo de Seguridad no tendrá tiempo para alcanzar un acuerdo antes de que mañana concluya el mandato de MINURSO.
Por ello, fuentes diplomáticas en el Consejo han apuntado que es probable que la MINURSO reciba una prórroga técnica de dos meses, o quizá más, mientras el Consejo toma una decisión.