Una fuerte explosión se registró el domingo por la noche en las cercanías de la embajada de Estados en Sana, la capital de Yemen, según han informado esta mañana testigos presenciales del suceso. Las fuentes, que no han podido precisar el origen de la explosión, han indicado que también escucharon disparos procedentes del mismo lugar.
Los hechos han tenido lugar el mismo día en que la embajada estadounidense reabría sus puertas después de haber cerrado durante cinco jornadas tras anunciar las autoridades de Washington supuestas amenazas de atentados contra sus instalaciones e intereses en el Golfo Pérsico.
El Gobierno yemení, con apoyo militar estadounidense, lleva a cabo operaciones, sobre todo en las zonas montañosas del norte del país, en busca de supuestos componentes de la organización terrorista islámica Al Qaeda, que encabeza Bin Laden.
La propia embajada ha advertido repetidamente a sus ciudadanos residentes en Yemen que adopten medidas de protección ante posibles riesgos de ataques. El Gobierno estadounidense cree que algunos seguidores de Osama bin Laden, al que acusa de los atentados del pasado 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, se encuentran refugiados en Yemen.
Un grupo hasta ahora desconocido, denominado Simpatizantes de Al Qaeda, ha dado al Gobierno yemení un plazo, que concluye la próxima semana, para liberar a 173 detenidos sospechosos de estar implicados en actividades terroristas.
El grupo se responsabilizó de la colocación de una bomba hace dos semanas en la Oficina de Seguridad Pública en Sana y ha asegurado que intensificará sus ataques si no se pone en libertad a los detenidos.