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REPORTAJE

"Autoridad democrática" para salir del desastre

El presidente electo, Álvaro Uribe, recoge un país en una situación pésima en todos los aspectos

El presidente electo de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, hereda una situación desastrosa, lo sabe y se apresta a la tarea de solucionarla con lo que denomina "autoridad democrática". El más importante de los desafíos a los que se enfrenta es el del conflicto armado que, junto al nefasto fenómeno del narcotráfico, afecta directa o indirectamente a todos los sectores de la vida de los colombianos.

CONFLICTO ARMADO

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen unos 17.000 combatientes, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), mucho más debilitado, unos 6.500, y los paramilitares de extrema derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), unos 9.000; y todos ellos con finanzas saneadas por el narcotráfico, la extorsión y el secuestro.

Las Fuerzas Militares cuentan con 50.000 soldados profesionales, pero mientras estos apenas están presentes en poco más del 15% de las aldeas y pueblos, guerrilleros y paramilitares, con su movilidad, lo están de una forma u otra en más del 80%.

Uribe quiere duplicar, al menos, la fuerza profesional y no descarta dar nuevas oportunidades de diálogo a los insurgentes, con una mediación internacional, si abandonan el terrorismo y facilitan un cese real de hostilidades.

CRIMINALIDAD

La criminalidad es la más alta, con diferencia, de toda América Latina -más de 27.000 homicidios el año pasado-, la tasa de secuestros la mayor del mundo -aún hay más de 3.000 secuestrados-, y los desplazados por la violencia, en los últimos años llega a los dos millones.

Se contabilizan más de 150 bandas de narcotraficantes y son 160.000 hectáreas las cultivadas con coca y unas 4.000 las de amapola, al tiempo que Colombia se convierte en uno de los principales compradores de armas en el mercado negro.

Estos desoladores datos no obvian los problemas con respecto a la situación económica, la institucional y la política interna e internacional.

ECONOMÍA

En el terreno económico, Uribe se encuentra con una deuda pública que supone el 48% del Producto Interior Bruto (PIB) y una deuda exterior de 23.000 millones de dólares (unos 25.500 millones de euros), lo que ha hecho que solicite ya ayuda y comprensión a los organismos multilaterales por el difícil momento por el que pasa la economía doméstica.

Sólo el pago anual de capital e intereses, tanto de la deuda interior y exterior, se lleva 10.000 millones de dólares (unos 11.100 millones de euros), lo que equivale a la mitad del presupuesto nacional.

De una población de unos 43 millones de personas, de las que 19 millones son potencialmente trabajadoras, casi tres millones están desempleadas y más de seis millones subempleadas. Pero no es eso todo, unos 25 millones de colombianos viven en la pobreza y, de ellos, nueve millones en la miseria, es decir con menos de un dólar diario.

POLÍTICA EXTERIOR

En política internacional, Uribe tendrá que afrontar las relaciones con Estados Unidos, cuyas aportaciones al Plan Colombia son fundamentales para combatir el narcotráfico, pero que existen dudas si se podrán utilizar para combatir a guerrilleros y paramilitares, considerados terroristas por Washington.

Tampoco son fáciles las relaciones con sus vecinos, particularmente con Venezuela por lo que Colombia considera poca claridad de Caracas respecto a la guerrilla de las FARC.

Con respecto a Europa, el presidente electo tendrá que demostrar que es escrupuloso con el respeto a los derechos humanos y con las aportaciones sociales que puedan conceder a Colombia.