La policía alemana ya ha encontrado las dos cajas negras del Tupolev ruso que se ha estrellado esta madrugada en pleno vuelo contra un Boeing de carga mientras sobrevolaba el lago Constanza en la frontera suizo-alemana. En estas cajas negras se graban todas las conversaciones y las maniobras realizadas por los aparatos.
La policía del estado federado alemán de Baden-Württenberg, localidad en la que se produjo el siniestro, espera acelerar así las investigaciones acerca de las causas del accidente, si bien ya ha informado en su primera rueda de prensa de que el accidente se debió presumiblemente a que el piloto del Túpolev no reaccionó ante las advertencias de los controladores aéreos que le avisaron de que volaban en la trayectoria del Boeing de carga.
No obstante, la colisión podría haber resultado de los esfuerzos por evitar el choque, pues el Boeing, que se supone estaba equipado con un sistema para detectar estos peligros, habría desviado su ruta precisamente cuando el Túpolev lo hacia siguiendo las indicaciones de control.
Sin radares
En la cadena de televisión N-TV Andreas Spaeth, experto en seguridad aérea, ha señalado que los aparatos rusos no suelen estar equipados con estos radares, salvo los que viajan a Estados Unidos, pues en ese país es obligatorio tenerlo. Asimismo, ha indicado que la compañía aérea a la que pertenecía el Túpolev, Bashkirian Airline, de la ex República Soviética de Bashkiria en los Urales, no suele volar fuera de territorio ruso por lo que no necesitan habitualmente comunicarse en inglés y utilizar un sistema de medición que no sea el métrico.