La ONU ha unido su voz a las críticas surgidas al plan de Israel de deportar a las familias de terroristas suicidas palestinos. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, mostró ayer su preocupación por el plan israelí de desplazar a la franja de Gaza a los familiares de los militantes palestinos de Cisjordania implicados en atentados y calificó la actitud israelí de "castigo colectivo".
Annan quiso reiterar su condena a los atentados terroristas y defendió el derecho de Israel de defenderse, pero también dejó claro que la autodefensa no pude justificar medidas "significan un castigo colectivo".
MÁS INFORMACIÓN
- Al menos un muerto al estallar un posible coche bomba junto a una mezquita en Jaffa
- El Ejército de Israel detiene a 20 familiares de terroristas y dinamita sus casas
- Egipto, Jordania y Arabia Saudí apoyan el plan de Bush para crear un Estado palestino
- Israel retrasa la deportación de familiares de terroristas palestinos
- Tema:: Oriente Próximo
- Gráfico:: El conflicto en mapas
- Contexto:: Cronología del conflicto
- Encuesta:: ¿Debe dimitir Arafat?
La amenaza israelí también ha recibido críticas por parte de Estados Unidos y Francia, que ha advertido que Israel podría violar la Convención de Ginebra si sigue adelante con sus planes de expulsión.
Por su parte, la Autoridad Palestina ha advertido a Israel de que su política de deportaciones sólo traerá más violencia. El brazo armado de Hamás ya ha lanzado su amenaza: habrá una sangrienta oleada de atentados si Tel Aviv cumple su propósito.
Las fuerzas armadas de Israel realizaron ayer arrestos masivos de familiares de los palestinos suicidas que atacaron el martes un autobús en el asentamiento judío de Emanuel, en Cisjordania, y de los dos suicidas que el miércoles se inmolaron en una concurrida calle de peatonal de barrio de Nevé Sheanán, en Tel Aviv, que causaron 11 muertos y al menos 60 heridos.
Las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron al menos a 28 personas en la población de Tel y en el campo de refugiados de Askar, en el área de Nablús, en Cisjordania, tras demoler cuatro casas de palestinos.
Israel insiste en que estas medidas de deportación, llevadas a cabo ya con familiares varones de los terroristas, son legales, pero los palestinos insisten en que se trata de un procedimiento racista que viola las leyes internacionales de protección a los civiles en tiempos de guerra.