Un hombre ha muerto y otros dos han resultado heridos durante una serie de ataques de represalia entre católicos y protestantes que se han producido en Belfast, capital de Irlanda del Norte, la pasada noche, según fuentes de la policía del Ulster.
El fallecido, Gerard Lawlor un joven católico de 19 años y padre de un hijo, fue tiroteado desde un vehículo en marcha en la zona de Flora Road, al norte de la ciudad. Los Defensores de la Mano Roja, nombre de guerra del grupúsculo protestante Asociación para la Defensa del Ulster (UDA) ha reivindicado el asesinato en una llamada a la redacción de un medio de comunicación.
En un incidente anterior, otro joven de 19 años fue herido de bala en una pierna. El ataque se produjo en Glenbryn Ark, en los alrededores del colegio católico de Holy Cross, donde el año pasado se produjeron disturbios por el paso de las alumnas de esa escuela por un barrio protestante de la zona. El joven, identificado como Mark Blaney ha sido ingresado en un hospital cercano, donde permanece en estado estable. El concejal de Partido Democrático Unionista en el ayuntamiento de Belfast Nelson McCausland ha responsabilizado a los republicanos católicos de este atentado.
Eoin O'Broin, concejal del Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que ocupa la alcaldía de Belfast desde el 5 de junio, ha afirmado que otro católico se encuentra hospitalizado en estado de shock tras haber víctima de un intento de asesinato frustrado al encasquillarse el arma de su agresor. O'Broin ha pedido al alcalde Alex Maskey que convoque una "reunión excepcional" de todos los responsables políticos de Belfast Norte.
Poco después del atentado contra Blaney, un hombre católico también fue herido de bala en el área nacionalista de Oldpark, al norte de Belfast
Los tiroteos de la pasada noche son el último episodio de una serie de ataques que se han producido en la provincia, donde el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998 no ha poner freno a la violencia entre la mayoría protestante y la minoría católica.
La semana pasada, dos policías de Irlanda del Norte escaparon indemnes de un atentado con bomba contra su vehículo. En otro incidente, dos sacerdotes católicos sufrieron un ataque con bombas incendiarias en la casa parroquial, del que resultaron ilesos.
Tregua "sin ambiguedades"
El ministro principal de Irlanda del Norte y líder unionista, David Trimble, pidió ayer al primer ministro británico, Tony Blair, que presione a los paramilitares republicanos para que cumplan con una tregua "clara y sin ambigüedades".
En declaraciones a la BBC, el líder del Partido Unionista del Ulster (UUP) consideró que Blair debe demostrar que es el guardián del proceso de paz y tiene que hacer todo lo posible para impedir que continúe la violencia republicana en Belfast.