El ministro israelí de Interior, Eli Yishai, ha reconocido que ha podido haber errores en la preparación del ataque aéreo israelí sobre un céntrico barrio de la localidad de Gaza, durante el cual han fallecido 15 palestinos, entre ellos el jefe del brazo armado del movimiento islamista Hamás Salah Shehade, así como ocho niños. Al menos 140 personas más han resultado heridas, según el último balance.
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"Es posible que hubiera un error en la manera en que se efectuó esta operación, pero esto puede ocurrir en toda situación de guerra", ha apuntado Yishai. Según el ministro, la operación estaba "justificada pues es deber del ejército proteger a los civiles israelíes contra atentados preparados por este terrorista".
Más triunfalista se ha mostrado el primer ministro del país, Ariel Sharon, quien se ha felicitado por la "exitosa misión" llevada a cabo por su ejército.
El Ejército israelí desplegó anoche un ataque aéreo en el que murieron 13 personas como consecuencia del impacto de un misil lanzado desde un avión F-16 en la zona este de Gaza. El ataque, dirigido contra el dirigente del Movimiento de la Resistencia Islámica Hamás Salah Shehade, y ordenado personalmente por el primer ministro israelí Ariel Sharon y su titular de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, destruyó viviendas donde se encontraban mujeres y niños.
Líder de Hamás
Un responsable del movimiento armado islámico ha confirmado esta mañana que Salah Shehade, uno de los líderes más poderosos de Hamás y uno de los más buscados por la inteligencia israelí, murió en el ataque. También aparece entre los fallecidos su guardaespaldas, Zaher Nassar, según han indicado responsables de Hamás. Otras once personas, ocho de ellas niños entre los que se encuentra un bebé de dos meses y cinco menores de cinco años, fallecieron en el bombardeo.
El misil lanzado desde un avión de combate israelí también ha destruido o causado daños a siete viviendas, un taller de carpintería y un depósito. Varias personas podrían haber quedado atrapadas bajo los escombros de las casas alcanzadas, han precisado las mismas fuentes que añaden que entre los heridos hay al menos 30 niños.
Ante este ataque, hasta 13 organizaciones que representan al conjunto de los movimientos nacionalistas islámicos palestinos han decretado un día de la ira para hoy.
Funerales multitudinarios
Más de 200.000 personas, según cálculos policiales, han participado en los funerales de los palestinos que murieron en el bombardeo israelí. "La sangre de nuestros mártires no será derramada en vano", ha coreado la multitud, que también ha pedido "vengar estos crímenes".
Los cadáveres de las víctimas iban en camillas, a hombros de la gente, cubiertos con la bandera tricolor palestina.
Cientos de individuos enmascarados han disparado al aire. En la concentración ha habido dirigentes de todas las facciones palestinas, incluido el movimiento Al-Fatah, que preside Arafat.