El Tribunal Supremo de Israel ha aceptado hoy el destierro por dos años a la franja de Gaza de los hermanos Kifa e Intisar Ayuri del campo de refugiados Al Askar, de Cisjordania, a solicitud de las Fuerzas Armadas. Se trata de los hermanos de Ali Ayuri, acusados de cooperar con él en la planificación y ejecución de un doble ataque perpetrado en junio último por dos suicidas que se inmolaron en la calle Nevé Sheanan de Tel Aviv y causaron la muerte a siete personas, entre ellas tres obreros extranjeros, y decenas de heridos.
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Los nueve jueces del Tribunal, bajo la presidencia de Aharón Barak, han aceptado una demanda de las Fuerzas Armadas y del Estado en el caso de los hermanos Ayuri, acusados de cooperar con Ali en al menos ese atentado de Tel Aviv, pero no el destierro de Abda Naser Asida, hermano de otro jefe de la resistencia palestina. El hermano de este último, Naser A-Din Asida, apresado por fueras del Ejército israelí, es acusado de haber planificado el ataque de una célula islámica que también en junio pasado atacó un autobús israelí de línea frente al asentamiento judío de Emanuel, en Cisjordania, y causó la muerte a más de diez personas.
Los abogados del Estado y de las Fuerzas Armadas, que ven en ese castigo "un factor de disuasión de primer grado" para evitar ataques de la resistencia palestina, no han podido demostrar en forma fehaciente que Abda Naser Asida hubiera sido cómplice de su hermano. Ali Ayuri murió antes de ser detenidos sus hermanos en una de las acciones perpetradas por fuerzas de elite de los organismos de seguridad israelíes y la Fuerza Aérea.
Amnistía Internacional ha calificado de "crimen de guerra" y
de "grave violación de los Derechos Humanos" la decisión del Supremo israelí. Asimismo, la organización recuerda que, en aplicación de la Cuarta Convención de Ginebra, los palestinos que viven en los territorios ocupados por el Ejército israelí desde 1967 tienen el estatuto de personas protegidas.