Al menos tres personas han muerto y otras tantas han resultado heridas en un tiroteo ocurrido esta tarde frente a la embajada del Reino Unido en la capital de Yemen, Sana. Los fallecidos son un policía yemení y dos de los agresores, que abrieron fuego con armas automáticas desde el interior de un vehículo aparcado frente a la embajada, según han explicado a la agencia Efe testigos presenciales.
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Éstas han agregado que el ataque, que se ha producido a las 17.00 horas, fue repelido por las fuerzas de seguridad que vigilan los aledaños de la legación británica. Un funcionario de la embajada ha confirmado que entre las víctimas no hay ningún ciudadano de su país, ni trabajador local vinculado con la legación.
Las primeras investigaciones policiales apuntan a que el móvil del ataque podría ser una disputa entre tribus, aunque de momento no se han descartado razones políticas. En Yemen, país en el que las armas ligeras son mercancía común en los mercados, viven una serie de tribus que escapan al control del Gobierno central, imponen sus propias leyes, y en ocasiones secuestran a personalidades locales o extranjeros para lograr concesiones políticas y económicas.
Terroristas
Además, este país situado al sur de la península Arábiga, es considerado uno de los feudos de la red terrorista internacional Al Qaeda, a la que Estados Unidos responsabiliza de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York. Tras ser presionado por Washington, el Gobierno de Sana ha lanzado una campaña para desmantelar las posibles células ocultas en el país, para lo que ha abierto sus fronteras a la colaboración de los servicios de seguridad norteamericanos.
El puerto meridional yemení de Adén fue escenario, el 12 de octubre de 2000, del último atentado terrorista perpetrado contra intereses norteamericanos en Oriente Medio. En el ataque suicida murieron 17 marineros y más de una treintena resultaron heridos.