El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente francés, Jacques Chirac, han confirmado tras una reunión que han celebrado en París su rechazo a una intervención militar en Irak.
La posición de Alemania, contraria a una guerra contra el régimen de Sadam Husein, ya fue definida antes de las elecciones legislativas del 22 de septiembre y ahora "no ha cambiado" después de los comicios, ha afirmado el canciller en su comparecencia conjunta con Chirac ante la prensa en el Elíseo.
Mientras que el presidente francés ha indicado que "sin llegar a las mismas conclusiones en los detalles", los dos países tienen un análisis "muy similar" de la situación. Según Chirac, ambos países se oponen a una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que permita ya el uso de la fuerza si Irak incumple lo pedido, tal y como quiere Estados Unidos.
Mientras Alemania rechaza una intervención militar, Francia no descarta un uso eventual de la fuerza, pero sólo en el marco de la ONU, y además preconiza por un proceso en dos tiempos.
Así, primero propone una primera resolución sobre las inspecciones de desarme y, si Bagdad no cumple lo pedido, una segunda que detalle las consecuencias a las que el régimen de Husein se expondría en caso de impedir las inspecciones o de que estas demuestren que sigue contando con armas de destrucción masiva.