El presidente iraquí, Sadam Husein ha emitido un decreto en el que amnistía a todos los presos de su país, incluidos los políticos, según ha anunciado esta mañana el ministro de Información, Mohamed Sayed al Sahaf. La medida de gracia, sin precedentes en la historia de Irak, beneficiará también a los opositores "fugitivos en el extranjero", a los condenados a muerte y a los desertores.
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"Sólo quedarán en la prisión los condenados por asesinato hasta que sean perdonados por las familias de las víctimas y los condenados por deber dinero al Estado o a otras personas hasta que lo devuelvan íntegramente, incluso a plazos", especifica el texto. La amnistía no excluye a los condenados por espionaje, tráfico de drogas, violación o robo a mano armada. El decreto, que indica que la amnistía se aplicará "de forma inmediata", pide a las familias de los asesinados que "ayuden a su patria, a su pueblo y a su liderazgo, y perdonen a sus rivales".
El Ministerio de Información iraquí ha invitado a los periodistas extranjeros que se encuentran en el país desde el referéndum a visitar la prisión de Abu Gharib, en Bagdad, para estar presentes en el momento de la liberación de los presos.
Gesto de "agradecimiento"
Diplomáticos árabes en Bagdad no descartan que la amnistía sea un "gesto de agradecimiento del líder iraquí a su pueblo" tras el apoyo del 100%, según datos oficiales, que obtuvo en el referéndum del pasado martes para su reelección como presidente de Irak para otro mandato de siete años.
La medida de gracia se produce en un momento en que el régimen de Sadam Husein está amenazado por un eventual ataque de EE UU, acusado de patrocinar el terrorismo, de desarrollar armas de destrucción masiva y de formar parte de un eje del mal, junto a Irán y Corea del Norte.