La policía francesa ha puesto fin a la ocupación de una iglesia del puerto de Calais por parte de 90 inmigrantes de kurdo-iraquíes y afganos. De esta manera ha terminado una situación que duraba ya cinco días y con la que los inmigrantes demandaban asilo.
Las fuerzas del orden han procedido a las 5:00 horas de la madrugada a la evacuación de la iglesia de Calais en la que cerca de 90 inmigrantes se encntraban refugiados desde el pasado sábado. Varias compañías de policía han procedido sin altercados a la evacuación de la iglesia de Saint-Pierre-Saint-Paul y han llevado a los inmigrantes hasta cuatro autobuses que los conducirán a varios destinos diferentes: Saint-Omer, Coquelles y Boulogne-sur-Mer.
Las autoridades francesas propondrán ahora a los inmigrantes darles alojamiento y les pedirán que decidan si van a pedir o no asilo político a Francia. Los que no quieran solicitarlo, volverán a estar en situación irregular en Francia.
El desalojo se ha llevado a cabo tras expirar el plazo de 24 horas que las autoridades dieron el martes a los ocupantes de la ermita de Saint-Pierre-et-Saint-Paul. El abad Jean-Pierre Boutoille, quien participó en las conversaciones con los inmigrantes ilegales, aseguró anoche que los iraquíes estaban dispuestos a salir "porque han comprendido que no serán expulsados de Francia".
Reino Unido
Los afganos, por su parte, temían ser enviados por la fuerza a su país tras el acuerdo firmado recientemente por Francia, Afganistán y la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUr), añadió el religioso.
Los indocumentados no querían pedir asilo en Francia alegando que prefieren ir a Gran Bretaña, donde creen que es más fácil y rápido obtener asilo. Asimismo, muchos de los inmigrantes afirman tener familiares en el Reino Unido y se niegan a creer que ese país ha endurecido las leyes sobre inmigración.