Turquía no responderá hoy a EE UU acerca de la oferta de ayuda económica realizada por Washington para que autorice el despliegue de las tropas estadounidenses en el suelo de este país en caso de una guerra en Irak. El jefe de la diplomacia turca, Yasar Yakis, así lo ha confirmado a la agencia Anatolia, pese a que Colin Powell había solicitado que la decisión final llegara este mismo jueves.
El uso de las bases turcas es esencial para garantizar la apertura de un frente norte en Irak, que alivie la presión defensiva iraquí en el sur del país, desde donde EE UU y sus aliados lanzarán la gran ofensiva militar en una eventual invasión.
Estados Unidos ha ofrecido a Turquía una ayuda económica por un monto total de 26.000 millones de dólares (cifra similar en euros), entre subvenciones y avales crediticios, pero el Gobierno de Ankara, consciente de su posición de privilegio, ha exigido 30.000.
El bloque de las negociaciones mantiene al menos a cuatro buques norteamericanos fondeados desde el martes en la costa meditarránea. Los barcos transportan carros de combate y equipo militar pesado para la IV División de Infantería del Ejército de EE UU. Esta unidad tiene la misión de invadir Irak desde el norte, una operación que comienza a correr peligro, ya que el Gobierno de Abadla Gül no permite que los cargueros atraquen en sus puertos.