La Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha adoptado, por 24 votos a favor, 20 en contra y nueve abstenciones, una resolución moderada sobre Cuba, que no hace ninguna referencia a la reciente ola de represión contra disidentes y que insta al régimen de Fidel Castro a recibir a la emisaria del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, la francesa Christine Channet.
Esta resolución moderada ha sido aprobada durante la sesión celebrada en Ginebra por los países latinoamericanos que la presentaron, Nicaragua, Perú y Uruguay, con el apoyo de Estados Unidos y los 15 países miembros de la Unión Europea (UE).
El proyecto superó la votación tras rechazarse dos enmiendas antagónicas propuestas por Costa Rica y la propia Cuba. La costarricense, que pedía entre otras cosas la liberación de los disidentes políticos encarcelados en la campaña de detenciones desatada en el último mes, fue rechazada con 31 votos en contra, 15 a favor y siete abstenciones.
La propuesta cubana, de la que sólo se votó el primero de sus dos párrafos, en el que se exigía el cese del embargo económico que mantiene EE UU sobre la isla, también fue rechazado, tras obtener 26 votos en contra, 17 a favor y 10 abstenciones.
Resultado adverso
La votación sobre Cuba estuvo precedida de una oleada de críticas internacionales por las condenas de cárcel impuestas en las últimas semanas a 75 disidentes (1.454 años en total) y la ejecución el pasado día 11 de tres secuestradores de una lancha tras un juicio sumarísimo.
Las autoridades cubanas contaban con la posibilidad de tener un resultado adverso por "estrecho margen" en la reunión de la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra. "El Gobierno de EE UU está realizando colosales presiones sobre los países de América Latina, Africa y otros del tercer mundo" para sacar adelante una "declaración anticubana presentada por los viles lacayos del imperio", según un comunicado oficial divulgado esta semana por la televisión estatal de la isla, que también lanzó duras críticas contra la Unión Europea.