El presidente ruso, Vladimir Putin, ha denunciado esta mañana, con motivo de la apertura de la cumbre bilateral con la Unión Europea que se celebra en San Petersburgo, el "nuevo muro de Schengen" que separa a los Quince de su país. Putin lamentaba así los escasos progresos de las conversaciones mantenidas para favorecer la libertad de movimientos y suprimir la exigencia de visados a los ciudadanos rusos que visitan la UE.
La Unión Europea, por su parte, ha pedido a Putin que los recientes ataques terroristas contra civiles y militares en Chechenia no interrumpan el "proceso de reconciliación" iniciado en aquella república caucásica. El presidente en ejercicio del Consejo Europeo, el griego Costas Simitis, ha transmitido a Putin y a las familias de las víctimas las "profundas condolencias y simpatía" de los europeos tras los últimos ataques de la guerrilla separatista.
Pasos en la buena dirección
"Esperamos que estos ataques no socaven el incipiente proceso de reconciliación y rehabilitación en la zona", ha afirmado el primer ministro griego en nombre de todos los gobiernos de la UE. "Animamos a Rusia a continuar sus esfuerzos en favor de un acuerdo político. El referéndum (celebrado en marzo) y la amnistía concedida son pasos importantes en esa dirección", ha añadido.
En la reunión participan, además de Putin, 14 de los 15 jefes de Estado o de Gobierno de la UE, así como de diez países de Europa central y oriental cuya integración a la UE está prevista para 2004. El cónclave debería permitir la reconciliación entre los países que apoyaron la campaña militar encabezada por Estados Unidos contra Irak y aquellos que se opusieron a esa intervención (Alemania, Francia y Rusia).
José María Aznar suspendió ayer su viaje a la ciudad rusa para asistir a los funerales de los dos policías asesinados por ETA en Sangüesa (Navarra).