Centenares de agentes de policía israelíes han protegido esta mañana las excavadoras encargadas de acabar con los cimientos de una polémica mezquita, a unos cien metros de la Basílica de la Natividad, en la ciudad de Nazaret. Los tribunales israelíes han ordenado la demolición porque consideran que comenzó a construirse ilegalmente. El caso es los cristianos lo consideraron una "provocación", ya que inicialmente esos terrenos estaban destinados a una plaza para peregrinos.
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Centenares de musulmanes se han concentrado cerca de la mezquita para protestar por su destrucción. Se temía un estallido de violencia, por lo que Israel ha destinado allí unos 500 agentes del orden. Dos de ellos han resultado heridos, mientras siete musulmanes han sido detenidos.