El Gobierno de Bélgica (una coalición e liberales y socialistas encabezada por Guy Verhofstadt), decidió ayer, en su primera reunión, modificar la ley de competencia universal, que permite a sus jueces la persecución internacional de los delitos de lesa humanidad. El texto definitivo deberá entrar en vigor en agosto.
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La ley de competencia universal permite a los tribunales belgas desde 1993 la persecución de crímenes contra la humanidad cualquiea que sea la nacionalidad de los acusados o el país donde fueron cometidos los delitos. En los últimos años se iniciaron procesos contra varios dirigentes extranjeros y presentadas querellas contra varios dirigentes extranjeros y presentadas querellas contra el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y el president de EE UU, George W. Bush.
El Gobierno trata de evitar la multiplicación de juicios que acarreen problemas políticos y diplomáticos y amenace el estatus de Bruselas como capital internacional. El borrador aprobado por el Gobierno desea situar la legislación en un ámbito "comparable a otros países occidentales", aseguró el primer ministro Guy Verhofstadt. La inmunidad de los dirigentes extranjeros estará garantizada. Otra limitación será la nacionalidad, tanto de los acusados como las víctimas deberán ser belgas o residir en el país.
Presiones de Washington
La decisión del Gobierno belga ha estado precedida de fuertes presiones, especialmente de Washington. Estados Unidos se oponía a la construcción de la nueva sede de la OTAN en Bruselas, cuyas labores debía empezar dentro de dos años, mientras Bélgica no suprimiera la ley, que había salpicado entre otros a George Bush padre, Dick Cheney, Colin Powell, al general Norman Schwarzkopf y recientemente al general Tommy Franks, responsable de la operación militar en la pasada guerra de Irak.
"Con leyes de esta clase, Bélgica ha convertido su sistema judicial en plataforma para aceptar querellas contra sus aliados en la OTAN", sentenció el pasado 12 de junio en Bruselas el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, que participó en la capital belga en la reunión ministerial atlántica.