Dos ataques, uno al norte de Irak y otro al oeste de la capital, Bagdad, han causado la muerte a dos soldados estadounidenses y heridos a ocho. La primera baja, y seis de los heridos, se ha producido por la explosión de una mina o de una bomba cerca de Mosul, en el norte de Irak, según informa la agencia France Presse.
Otro soldado ha muerto y dos han resultado heridos al oeste de Bagdad, en circunstancias que todavía se desconocen, según un portavoz militar americano ha informado a la agencia Reuters.
De confirmarse estas dos bajas, el número de soldados de EEUU muertos desde que comenzó la guerra, el pasado 20 de marzo, se eleva a 155.