El conflicto de Oriente Próximo corre el peligro de extenderse a los países que comparten fronteras con Israel. Tras el ataque contra Siria, el de mayor envergadura desde la guerra de Yom Kipur en 1973, esta noche el Ejército israelí ha bombardeado los alrededores de una aldea del sur de Líbano próxima a la frontera en respuesta a los disparos efectuados previamente desde un automóvil que circulaba por la parte libanesa contra una patrulla israelí, incidente en el que resultó muerto un soldado hebreo, según ha anunciado un portavoz militar de Israel.
Según la televisión pública israelí, los disparos procedentes de Líbano fueron efectuados por la milicia chií libanesa (y pro-siria) Hezbolá cerca de la localidad de Metula. Los soldados del Ejército de Sharon dispararon ráfagas de fusil-ametrallador a la altura de la carretera entre las aldeas de Adaysé y Kfar Kila, en el sector central de la frontera.
El portavoz de la Fuerza Internacional de la ONU en el Líbano (FINUL), Milos Strugar, confirmó que Israel disparó desde su territorio varios proyectiles contra el sur de ese país. Testigos presenciales indicaron que los disparos habían alcanzado a tres casas habitadas y varios vehículos estacionados en las cercanías de la frontera.
Muere un niño libanés
Durante la noche, un misil del que se desconoce la procedencia mató a un niño libanés e hirió a su hermano tras impactar en su casa. Fuentes de la seguridad han dicho que el origen del misil todavía no está claro. Algunos testigos en la zona aseguran que aviones israelíes sobrevolaron la frontera con Líbano después del impacto que destruyó la casa de los niños, nietos de Kamel Yassin.